“No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo”
El agua dulce es un recurso
finito, vital para el ser humano y esencial para el desarrollo social y
económico. Sin embargo, a pesar de su importancia evidente para la vida del
hombre, recién en los últimas tiempos se empezó a tomar conciencia pública de
su escasez y el riesgo cierto de una disminución de las fuentes de agua dulce.
La creciente demanda de agua es
una de las problemáticas que hoy enfrenta la humanidad. En el imaginario este
problema se asocia a la escasez del recurso y no a la necesidad de su gestión
responsable
El acceso al agua potable es
internacionalmente reconocido como uno de los derechos humanos esenciales. Sin
embargo, más de 2.000 millones de personas en diversos puntos del planeta no
tienen ni siquiera los servicios de agua y saneamiento más básicos. La
disponibilidad del agua potable es un factor determinante para el desarrollo
humano y económico en los nuevos escenarios del siglo XXI.
Entre dichos objetivos, se
deberían tener en cuenta ampliar los servicios de agua potable y saneamiento, a reducir drásticamente la pérdida de vidas por
enfermedades relacionadas con el agua y aliviar la escasez del recurso en los
países en desarrollo.
Argentina es un Estado Federal
donde los recursos naturales son propiedad de las provincias, y el agua es un
recurso natural por excelencia. En tal sentido, resulta necesario recuperar los
conceptos de daño estructural y renovación de la gestión de los recursos
hídricos, que son estratégicos.
Hay zonas, como la Región
Metropolitana de Buenos Aires, con un exceso de agua, y otras, con mucha menos:
Chaco, Formosa, San Juan y Mendoza. La gestión del agua se relaciona sobre todo
con la red de distribución que la lleva a diferentes poblaciones. Quizás en el
norte de la provincia de Buenos Aires hay abundante agua, pero eso no quiere
decir que la población cuente con un recurso de calidad para el consumo humano.
Muchas veces el agua potable no es accesible para la población: en estas zonas
hay lugares donde el agua no es apta para el consumo, y donde, sin embargo, se
está consumiendo.
¿Cuáles son los problemas de las
ciudades?
La urbanización es el gran problema ambiental relacionado con el
agua, por su generación de aguas negras que deben ser tratadas. Es un gran
problema en los países que tienen contaminados los ríos que pasan por sus
ciudades y no pueden utilizar el agua para fines potables.
En los últimos tiempos hemos
visto un gran aumento de descarga de aguas negras a los ríos y lagos y, sin
embargo, no ha aumentado su tratamiento.
La contaminación del agua crea
más desigualdad: los más afectados son los pobres de las zonas rurales de los
países en desarrollo porque son los que más usan el agua de los ríos o lagos
para beber, para bañarse, lavar ropa o cocinar.
La riqueza hidrológica del país
es excepcional y está comprendida por las denominadas aguas superficiales, por
los campos de hielo y las aguas subterráneas. Poseer esta relativa abundancia
es un patrimonio natural que no solo aporta sus beneficios sino que genera el
deber de utilizarlo de manera responsable. Exige de las autoridades
administrarlo correctamente, emplearlo eficazmente dentro de un marco
institucional y jurídico apropiado que lo preserve de su deterioro y
agotamiento.
No hay duda de que tenemos las
herramientas necesarias para atajar este creciente problema. Es tiempo de hacer
uso de ellas para combatir lo que se está convirtiendo en una de las más
grandes amenazas a la salud y el desarrollo de las personas en todo el mundo.
Para solucionar este tema, es
necesario fortalecer la educación, la formación, la creación de capacidades y
los esfuerzos de sensibilización en materia de gestión sostenible de los
recursos de agua dulce. También requerirá la expansión de la base de
conocimientos necesaria para tomar decisiones bien informadas con respecto a la
gestión y uso de los procesos de recursos hídricos y el desarrollo de políticas
de sostenibilidad que se ocupan de los riesgos globales de manera integrada y
coordinada, incluidas las en relación con el agua.
Cristián Frers – Técnico Superior
en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).
